En el siguiente artículo hacemos un recorrido por las distintas acciones que se realizan a lo largo de la cadena de suministro del petróleo y el gas, desde los estudios previos hasta que finalmente la materia prima llega a los clientes finales.

Normalmente se divide en tres segmentos. El sector Upstream encuentra y produce crudo y gas natural. El Midstream maneja el proceso, almacenamiento y transporte de productos energéticos. Y el sector Downstream abarca refinerías, puntos de venta y compañías de distribución de gas natural. El detalle:

Upstream
La primera etapa en la obtención de hidrocarburos es la exploración. En ella se buscan las zonas de los yacimientos petrolíferos y se evalúa el potencial de sus reservas para determinar la vialidad económica del proyecto.
Una vez que se decide continuar con el proyecto, es necesario una gran inversión en ingeniería (perforación de pozos, instalaciones, obra civil, plataformas, etc.) para posteriormente comenzar la fase de producción.

Midstream
Para dar respuesta a la demanda tenemos dos principales formas de transporte: mediante oleoductos o por medio de buques, cada uno con sus ventajas y desventajas, aunque son complementarios y en ocasiones se usan ambos durante el traslado.
Los buques tienen la ventaja de permitir el transporte de mayores volúmenes, alcanzando hasta 550.000 toneladas de peso muerto, sin embargo, el costo por tonelada es mayor que en el caso de los oleoductos.
Estos últimos, en cambio, requieren una mayor inversión para su construcción y son los encargados de suministrar el crudo desde el yacimiento a la refinería o a una terminal marítima. Generalmente, tienen un diámetro que varía entre 150 mm y 915 mm (6″ y 36″, respectivamente).

Downstream
En busca de tener una mejor respuesta del producto, es necesario someter el crudo extraído de los yacimientos a una serie de procesos que lo convertirán en carburantes, combustibles y otros derivados.
Entre estos productos se encuentran los gases licuados del petróleo, propano y butano; gasolinas, kerosenos, gasóleos y fuelóleos. Además de estos combustibles, también se obtienen aceites lubricantes, asfaltos o subproductos como azufre o parafinas.
Algunos de los procesos a los que es sometido el crudo para su refinación son: la destilación atmosférica, el reformado catalítico de naftas, la hidrodesulfuración o la destilación al vacío.
Como último eslabón de la cadena, tenemos la distribución y venta de los productos petrolíferos. Abarca el transporte y almacenamiento desde las refinerías o puertos hasta el cliente final y se divide en dos etapas: distribución primaria y secundaria o capilar.

Imagen: Idealex.press